El 16 de abril de 2012, el Leganés hacía oficial el nombramiento de Víctor Fernández como entrenador del equipo hasta final de temporada. El delantero, que el día anterior había participado en el encuentro que el Leganés había perdido en Butarque ante La Roda (0-1), sustituía de manera inmediata a José María Rico de cara a las cuatro últimas jornadas de Liga, poniendo de esa forma punto y final a su dilatada trayectoria como futbolista. Atrás quedaban más de 650 partidos y casi 200 goles como profesional.
Víctor se hacía cargo del equipo junto a Paco Álvarez para intentar salvar una situación límite. A falta de únicamente cuatro jornadas para el final liguero, el Leganés era antepenúltimo, situado en puestos de descenso a Tercera División aunque a un solo punto de la zona de salvación. Su debut sería en Toledo (foto), ante un rival directo al que vencerían por 1-2 con goles de De Lerma y Mario Fuentes. Posteriormente, el equipo golearía al Celta ‘B’, empataría en Lugo y se salvaría definitivamente en la última jornada al golear en Butarque al Atlético de Madrid ‘B’. La etapa de Víctor como pepinero tenía, así, el más inesperado de los posibles finales.
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